En Correos, unas de las herramientas más importantes con las que contamos para poder mejorar nuestro servicio son las reclamaciones, incidencias y consultas de nuestros clientes. Debemos atenderlas con eficacia para poder ayudar a los clientes a solucionar el objeto de su solicitud o queja, y prevenir otros inconvenientes en el futuro.
¿Qué diferencia hay entre una incidencia, una reclamación y una consulta?
Consulta: una persona nos pide información sobre algún producto o servicio ofrecido por Correos.
Queja: un cliente se pone en contacto con Correos para informarnos de un problema en el servicio que debemos solucionar.
Reclamación: uno de nuestros clientes se pone en contacto con Correos para dejar constancia de su insatisfacción con alguno de nuestros servicios o productos. Mediante la reclamación el usuario puede solicitar una indemnización en los términos previstos en las garantías de los productos contratados.
Los canales que tenemos para atender a nuestros clientes:
Reclamaciones envíos nacionales:
Reclamaciones envíos internacionales:
Quejas de servicios de Correos:
Consultas:
Plazos de indemnización
(*) Según el plazo medio de respuesta en el ejercicio
(**) Según país y normativa UPU
Si la resolución es negativa, se informará al cliente y se le dará una explicación adecuada de por qué su reclamación o incidencia se ha desestimado. Si la resolución es positiva, se hará lo necesario para dar solución al problema del cliente.
Recuerda que en algunos productos de Correos existen una serie de coberturas y garantías. En función de la decisión tomada durante la resolución, y teniendo en cuenta el producto o servicio afectado, el cliente podrá recibir una indemnización o compensación. Siempre puedes consultar estas indemnizaciones se pueden consultar en Coberturas y garantías.