A esto hay que añadir la utilización de algoritmos para la planificación y optimización de rutas que permite una mayor eficiencia, consolidación de cargas, ahorros de tiempo y de costes (combustible/energía), mejoras en la gestión del tráfico urbano para evitar retrasos innecesarios y reducción de los kilómetros recorridos.
La lucha contra el cambio climático es uno de los compromisos más destacados de Correos, que tiene entre sus objetivos principales de cara a 2030 la desvinculación del incremento de emisiones, la neutralidad en carbono y la “circularidad”. La compañía sigue avanzando hacia un modelo de negocio sostenible basado en la reducción al máximo de los residuos, la reutilización y el reciclaje, que permita ser “Residuo Cero” y el uso de energías más limpias. Actualmente toda la electricidad que consume la compañía es de origen renovable.
En definitiva, Correos sigue trabajando para minimizar el impacto medioambiental de su actividad, alineada con las políticas medioambientales europeas, y promoviendo la reflexión y la concienciación de sus clientes.
Porque no todo es urgente. Pero cuidar el planeta, sí.